Caminante
Frente a la ventana de una tarde nubosa y solitaria, la mente divaga entre acontecimientos tan hermosos que para otro ser humano podría representar una ociosidad… el navegar entre el mar del romance que es posible gracias a dos seres humanos cuyo músculo llamado corazón salta sin cesar cuando sus ojos se encuentran y la chispa estalla tal como los juegos pirotécnicos de la noche de año nuevo.
Las dimensiones pueden chocar y traernos un
mensaje que bien puede destruirnos o ayudarnos. Las almas tienen muchas vidas físicas,
a veces podemos hallar o jamás encontrarlos…
La chispa que para muchos era un fuego tan
abrasador tuvo entre sus adeptos un alma femenina de lacia cabellera oscura
cuyo andar grácil semejaba a un baile inolvidable donde los invitados
guardarán trozos de aquel momento por siempre. Fue una chispa que después de
lo acontecido, jamás se apagó, lo atesoro más que el oro de los piratas.
Apenas cruzaba la segunda década de vida cuando
Agnes solitaria cruzaba las calles sosteniendo su pequeño bolso de tela blanca
donde guardaba sus más preciados anhelos… los cuales no eran tan usuales.
Apenas cruzo una mirada con aquel caminante que
con las manos en los bolsillos y los labios apretados se recriminaba una mala
inversión. Sus ojos del cielo sombríos
la escrutaron algo interesado, la hallo interesante y sencilla…
Sonaría ingenuo decir que aquel aspecto le resultó
conocido tanto que bajo toda esa capa de aparente preocupación supo que era
quien buscaba, al fin todo acabaría…
La siguió, Agnes ignorando la impresión que
causó en aquel admirador, repasaba en su mente acostumbrada a guardar desde
listas de supermercados hasta los colores más brillantes, sobre qué haría el
día de mañana, si sus ojos verían aquel mundo que podría ser igual o distinto.
―Va a llover―murmuro Agnes cuando un
rayo cruzó los cielos pintados de gris.
―Si no te apresuras, te
mojaras―esa voz gruesa y algo rasposa le provocó escalofríos. Se detuvo
apretando su bolso, pero la fea sensación se esfumó dando paso a una de nostalgia.
―Tranquila pequeña hada―quiso acercarse más, pero
ella estiro su brazo evitándolo.
No quiso hablar. Las primeras gotas caen, las
cataratas del cielo se abren. Su cabello se escurre por su rostro, aun así, el
caminante no despega su mirar de ella. Aún le parece modesta.
Modesta como un suspiro.
Tan fuerte y segura como las rocas de los
templos.
Tal vez exótica como las aves de paraísos
impenetrables.
Agnes arrugó el entrecejo por la sonrisa
bobalicona de aquel desconocido que ni su nombre decía. Pensó... ¿y si era un malandro?
Retrocedió salpicándose de lodo las piernas, su
reflejo en un charco de agua la sorprendió, se veía diferente a su día a día.
Sus ojos miel lucían más vistosos, no eran melancólicos; alzó su vista y captó
la chispa en ese hombre, la suya vibró como las cuerdas de un arpa.
―Lo siento debo irme―sacudió sus cabellos que
cayeron como el velo de una novia.
Cuando las cataratas del cielo se cerraron, Agnes decidido salir de casa
y recorrer la misma ruta, tenía la vaga esperanza de hallarse al caminante
cuyos ojos le parecieron tormentosos. Quizá algo malo le aconteció por eso
tenía esa mirada hueca, sin emociones.
Nada, llego hasta una gran avenida sin tener rastro de él. El crujir de
varias ramas la alertaron, su nariz percibió un perfume cítrico, de nuevo esa
voz rasposa que parecía que un cuchillo raspaba la superficie de algo poroso.
Aun así, la chispa vibro, el caminante con la misma ropa se quedó en su sitio
sopesando su avanzar o no, temía que ella se espantara cuando se revelara.
― ¡Volviste pequeña hada!
―Sentí que necesitabas hablar… ¿Cómo te llamas?
―Ya me conociste pequeña hada, si miras a profundidad mis ojos hallarás
la respuesta―de repente, esos ojos cielo calaron en su mente mostrando imágenes
de un sitio que ella desconocía, un sitio antiguo donde los gritos de soldados,
maldiciones y súplicas eran la tónica.
Se vio reflejada mientras corría hacia algo que parecía una muralla
donde las piedras caían furiosas sobre la humanidad de hombres y mujeres;
horrorizada intentaba escapar, muerte, sangre y dolor, era lo que sus pupilas
captaron.
―Nos conocimos aquí, en este sitio mucho antes de esa lucha…―dijo el
horror proseguía―siempre te veía caminar agitando tu vestido azul con cuentas
plateadas y tu larga cabellera oscura, la correspondencia fue mutua, me decías
siempre que el gris de mis ojos te parecía melancólicos…
― ¿Qué pasó?
Una suave caricia en su mejilla la saco del sitio, para volver a la
actualidad.
―fui castigado en esa lucha con la muerte deshonrosa, por atentar contra
mi más valioso tesoro y por eso el destino me condenó a renacer y morir antes
de encontrarte en vida. Si te preguntas quien es, eso lo sabes tu pequeña hada.
Quise reaccionar, pero las llamas quemaron mi raciocinio. Quise detener
mis manos pecadoras, pero sin desearlo caí al pozo de la locura.
Un golpe en su pecho la devolvió de nuevo a ese sitio. Y entonces lo vio…
Grises y enloquecidos, ellos la captaron. Quiso hablarle, pero el filo
cruel de una espada cegó las ilusiones juveniles.
―en esta vida no pude alcanzarte―las lágrimas cayeron como un cristal
roto cuando entendió que la chispa que había sentido era porque su alma reconoció
a quien hacía vidas pasadas quiso y quien sin desearlo blandió su mano contra
su humanidad―debo pagar por mi error las veces que el destino me imponga, por
eso mi pequeña hada cuando sientas que el fuego se extienda más allá de tu corazón,
sabrás que he vuelto para siempre…
Una pluma blanca cayó a sus pies, Agnes conmocionada vio como el caminante
cuyo nombre su alma sabía rozó su frente con sus labios y susurrarle…
Mi cruz pesa menos ya, tú vive mientras tanto. No te aterres del silencio
mundano, recuerda que en él hallas tus respuestas.
El aroma a cítrico perduró aun cuando él se marchó.
En cada vida, decimos que vivimos una vez, en cada vida solemos jurar que los sentimientos son banales.
Cuando algo no puede ser, nuestra alma atribulada revisa en las páginas que
hayamos escrito, si algo hicimos mal.
Wow la verdad me encanta como relatas ♡♡♡♡ Tan lindas tus historias
ResponderEliminarDe verdad muchas gracias, me alegra que te haya gustado este escrito :D
EliminarEspero subir pronto el segundo.
Saludos :)
Me pareció hermoso
ResponderEliminarEs un gusto haberlo escrito y que te gustara. :D
EliminarHermoso.
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